Que no todo el mundo tiene facilidad para ligar es una obviedad. Muchas personas se paralizan ante el sexo opuesto por cuestiones de timidez o por poca confianza en uno mismo. Además, en muchas ocasiones la idea de ligar queda automáticamente asociada a los jóvenes, pero la gente de mediana edad, además de tener todo el derecho a volver a enamorarse si se han divorciado o han enviudado, tienen otras ventajas que los jóvenes todavía no han alcanzado, como son la experiencia, saber claramente qué esperas de tu vida y la independencia de saber vivir solo o acompañado.
Pese a que el arte de la seducción es muy personal, sí que existen algunos consejos básicos que pueden servir para todo tipo de personas, independientemente de su edad, y que vamos a darte ahora para que sepas aprovecharlos.
Haz que se ría
Nos sentimos más atraídos hacia la gente que demuestra tener sentido del humor y, por tanto, la risa se convierte en un aspecto clave para conquistar a hombres y mujeres. Saber reírse de las cosas se asocia a la inteligencia, aunque claro está, hay que ser consciente de qué cosas puede uno reírse y cuáles debe tomarse en serio.
Demuestra interés
Preocúpate de conocer a esa persona, ya que siempre nos gusta que se interesen por nosotros. Puedes preguntarle por sus amigos, su familia, problemas, el trabajo y sus gustos personales. Sobre este último punto, además, te recomendamos que busques intereses en común, ya que es más que probable que coincidáis en algunos gustos y aficiones que podréis compartir juntos más adelante. Lo importa es dejar que la otra persona se exprese y no siempre estés hablando tú.
Cuida tu aspecto
No te estamos diciendo que sea necesario maquillarse o vestirse de traje y corbata para ir a una cita, sino de mostrar siempre una imagen agradable y aseada. Aunque pueda parecer superficial, la presencia dice mucho de las personas, así que te recomendamos que cuides de la tuya.
Propón planes
A las personas nos gusta que se nos demuestre esa iniciativa a la hora de proponer planes. A fin de cuentas, eso demuestra que tienes interés en pasar tiempo con él o ella.
Demuestra naturalidad
Si hay algo que repele a cualquier persona, es la arrogancia. Además, intenta mantener posturas relajadas, sin demostrar que estás hecho un manojo de nervios, ya que eso podría desembocar en hacer que la persona que tenemos enfrente también se ponga nervioso o nerviosa y cargarnos el ambiente. Una forma de deshacerse de tensiones y nervios es probar antes de la cita un masaje como los de MasajistaMadura.com. Los masajes pueden ayudarte a descargar emociones negativas para hacer que puedas mostrarte mucho más natural ante esa persona.
No hables de problemas
Otra cosa que se carga el ambiente de forma brutalmente rápida es cuando la otra persona no para de hablar de problemas y muestra una actitud negativa. En esta primera fase se trata de conocerse el uno al otro, no de espantar a las personas.
Sé paciente
Un exceso de descaro o querer que la relación avance demasiado rápido es una actitud que acabará por agobiarle, ya que entenderá que no le dejas gestionar sus tiempos. Intenta mostrarte prudente en ese sentido, no tengas prisa y, por supuesto, no agobies a la persona. Sé solidario y socialmente responsable. A cualquier edad, nos atraen los valores, la solidaridad y la gente de bien. Rechazamos por norma general a las personas materialistas, convenientes e interesadas.
Respeta las ideas ajenas
Este consejo va especialmente dirigido a las personas que ya cuentan con cierta edad, ya que es precisamente esa madurez la que hace que tengan muy claras ciertas ideologías de carácter religioso, político o social. Nuestro consejo es que evites debatir de forma malsana. Debes tener en cuenta que no estás entrando en su vida para cambiarla, sino para compartirla. Si vuestras ideas y formas de entender la vida son muy dispares entre sí, tendrás que valorar si te merece la pena seguir conociendo a esa persona.
Sé tú mismo
Es el mejor consejo que podemos darte. No tengas miedo de mostrarte tal y como eres y de dar la mejor versión de ti mismo y la que hará que la otra persona se enamore de ti.
